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contrato con gestor de residuos

Checklist básica de lo que debe incluir un contrato con el gestor de residuos

La gestión de residuos es un aspecto clave para cualquier empresa o entidad que quiera cumplir con la normativa ambiental y evitar sanciones. Muchas organizaciones desconocen que deben tener un contrato con el gestor de residuos y qué debe incluir.

Hoy repasamos los elementos esenciales que deben aparecer en este contrato con una checklist práctica que te servirá de guía.

 

Checklist básica del contrato con el gestor de residuos

1.- Identificación de las partes y número de autorización

El primer apartado del contrato debe identificar con claridad a las dos partes: el productor o poseedor del residuo y el gestor autorizado que se va a ocupar de la recogida, transporte y/o tratamiento.

Es imprescindible que el gestor indique el número de autorización ambiental de la comunidad autónoma correspondiente: 

  • Este número acredita que la empresa cumple los requisitos legales para manipular, transportar o tratar residuos específicos.
  • Sin él, el contrato no tiene validez legal y conlleva responsabilidades compartidas en caso de incumplimiento.

2.- Tipología y código LER

Cada tipo de residuo tiene que aparecer identificado con su código LER (Listado Europeo de Residuos). Este código numérico sirve para clasificar los residuos según su origen y composición.

El contrato debe reflejar:

  • Cantidad estimada de residuos a gestionar.
  • Naturaleza (peligrosos o no peligrosos).
  • Procedencia (actividad industrial, sanitaria, doméstica…).

Toda esta información ayuda a garantizar la trazabilidad de los residuos desde su origen hasta el destino final.

3.- Transporte y almacenamiento

Como ya sabes, los residuos deben almacenarse y transportarse adecuadamente y cumpliendo con la normativa. En el contrato con el gestor de residuos hay que especificar las condiciones bajo las que se recogerán y transportarán los residuos.

Los puntos más relevantes son:

  1. Tipo de vehículos autorizados para el transporte
  2. Frecuencia de recogida o calendario previsto
  3. Medidas de seguridad durante el traslado
  4. Requisitos de almacenamiento temporal en caso de haberlos

Incumplir estas condiciones genera sanciones, especialmente si hablamos de materiales peligrosos o voluminosos.

4.- Documentación y trazabilidad

Cualquier movimiento de residuos debe ir acompañado de la documentación correspondiente:

  • Documento de Identificación (DI)
  • Documento de Control y Seguimiento (DCS) para los residuos peligrosos

El contrato debe reflejar las obligaciones de ambas partes en cuanto a la generación, custodia y archivo de estos documentos, así como los plazos de conservación.

Es importante mantener los registros actualizados, no solo como requisito legal sino como práctica esencial para facilitar la auditoría de la gestión ambiental de la empresa.

5.- Condiciones económicas y responsabilidad compartida

El contrato debe detallar:

  • Precio por tonelada o volumen gestionado
  • Servicios incluidos
  • Forma de pago y plazos de facturación
  • Responsabilidad de cada parte en caso de accidente, vertido o incumplimiento legal

6.- Confidencialidad

En algunos sectores (sanitario, tecnológico, industrial, etc.), el gestor puede acceder a información sensible o materiales con trazabilidad regulada. En esos casos es importante incluir cláusulas de confidencialidad, así como la obligación de cumplir con las buenas prácticas ambientales que marca la normativa europea y autonómica.

El contrato con el gestor de residuos es una herramienta legal y operativa que protege a ambas partes y asegura la correcta gestión de los residuos.

Si tu empresa necesita apoyo en la gestión de residuos, reserva el servicio de asesoría de Atreva para asegurarte de cumplir la ley, evitar sanciones y optimizar tus procesos ambientales.

  • By : Atreva
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