Asesoramiento y Gestión Integral de Residuos

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residuo urbano pasa a ser industrial

¿Cuándo un residuo urbano pasa a ser industrial?

Es una duda muy habitual cuándo un residuo urbano pasa a ser industrial porque, ¿cuál es la diferencia entre ambos? Pueden parecer lo mismo, pero su diferenciación es clave para clasificarlos correctamente y determinar quién puede gestionarlos, qué normativa aplicar y qué tipo de gestor puede intervenir.

En este artículo repasaremos los criterios prácticos que permiten distinguirlos y algunos ejemplos reales para entender mejor por qué, en la mayoría de los casos, lo que genera un negocio o un hogar sigue siendo considerado residuo urbano y, por tanto, puede ser tratado por un gestor especializado en este ámbito.

 

Residuos urbanos: qué incluye la normativa

Los residuos urbanos, también llamados residuos municipales, abarcan principalmente:

  • Basura doméstica que se genera en viviendas
  • Residuos de limpieza de calles, parques y zonas públicas
  • Restos procedentes de oficinas, comercios y pequeños talleres
  • Residuos de poda y jardinería
  • Objetos voluminosos como muebles o enseres viejos

La característica común es que se producen de forma similar a los residuos domésticos, aunque provengan de actividades comerciales o de servicios.

 

¿Cuándo un residuo urbano pasa a ser industrial? ¿Cuál es la diferencia?

Un residuo pasa a considerarse industrial cuando procede de un proceso productivo o de transformación en una fábrica, taller o industria. La clave no es tanto el volumen, sino el origen y la naturaleza del residuo.

  • Desechos que requieren un tratamiento específico por su impacto ambiental
  • Residuos peligrosos como disolventes o pinturas industriales
  • Restos de aceites y lubricantes de una línea de producción
  • Escorias o lodos de procesos químicos

En estos casos se requieren gestores especializados en residuos industriales, con autorizaciones y sistemas de tratamiento distintos.

Casos prácticos para no confundirse

  • Un taller mecánico que genera aceite usado: se trata de un residuo industrial, ya que deriva de un proceso productivo.
  • Una oficina que cambia su mobiliario: sigue siendo un residuo urbano (similar a un hogar que se deshace de muebles).
  • Un restaurante que desecha restos de comida y envases: se considera urbano porque la naturaleza es similar a la de los residuos domésticos.
  • Una fábrica que produce residuos químicos: se considera urbano, porque la naturaleza es similar a la de los residuos domésticos.

 

¿Por qué es tan importante la clasificación correcta de los residuos?

Porque evita sanciones y garantiza que el residuo se gestione de forma legal y segura. Además, permite que tu empresa ahorre costes, ya que ya que entregar un residuo urbano a un gestor de industriales (o viceversa) puede suponer gastos innecesarios. Identificar cuándo un residuo urbano pasa a ser industrial es clave para la clasificación.

En zonas de gran densidad de actividad comercial, como ocurre con la gestión de residuos RSU Madrid, esta distinción resulta clave para que negocios y particulares contraten el servicio adecuado y no incurran en errores administrativos.

Si tu empresa genera residuos similares a los domésticos, lo que necesitas es un gestor de residuos urbanos. Contacta con nuestro equipo y te ayudaremos a gestionar de forma eficiente y legal todos tus residuos urbanos, con soluciones adaptadas a tu actividad.

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